Soroche de memoria

Vuelo al lado del cóndor sobre la sombra de la llama, prima hermana de la alpaca.
A los pies de Toro-toro, donde el "Tata" Santiago acude con espada
mientras cientos de fieles comienzan la batalla,
con chicha, tinku, jula julas y zampoñas,
en la ladera del cerro Wayllas.

Ríe Vidal y se alegra Victoria..., mientras, la totora por el Titicaca navega con
wiphala que ondea a colores y la hoja, la de coca, amansando uno, dos y más de tres corazones.

Bajo el sol saliente por su puerta de Tiwanaku,
el Illimani deslumbra con su manto nevado.
Es la hora y La Paz respira con chullos y bombines por callejas.
Y en las islas, del sol y de la luna, alguien sueña ser encontrado.

Tan solo soroche, soroche de memoria, y en ella,
ríe Vidal y se alegra Victoria...

Rima sencilla de sentimientos profundos

Queda tu sensación de presencia
y tu pasión por el balón, de uno u otro color.

Ese gesto con gafas en la frente que se repite cuando el sol
se hace presente y como bandera, la fiesta y la diversión.

El gusto por la lectura, una copia de tu escritura,
tu firma mil veces repetida y esos zurdazos de amor
con la "familia" y con el corazón.

En el fondo, un autodefinido, a rellenar, interior;
tan sólo faltan los años pasados sin tu
amor.

Para ese lector que nos contempla desde el exterior.